lunes, 28 de junio de 2010

Los Ángeles Sí Existen

Los ángeles sí existen, de eso estoy seguro ya que yo conozco a uno de nombre Lucía, una chica hermosa con un cuerpo increíble y un corazón enorme, es todo lo que un hombre puede pedir o llegar a desear en una mujer, chica de familia con buenos sentimientos, alegre, juguetona, con un sentido del humor excepcional, cariñosa, extremadamente inteligente, de buenas costumbres, inocente, pero a su vez apasionada y con el suficiente fuego para poner nervioso a cualquiera, honrada, honesta, jovial, y que de solo verla te inspira paz y el sentimiento de querer protegerla de todo mal, simplemente perfecta.

Pero a pesar de esto no todo ha sido un lecho de rosas para Lucía, ella vive en un país extranjero donde la gente tiene costumbres y principios diferentes con los que ella se crió, y no con esto digo que sean mejores o peores, simplemente diferentes, su misma forma de ser y el ambiente que la rodea le han traído malas experiencias, tipos que se saben galanes y aún más para una chica extranjera y que se aprovechan de su forma de ser para satisfacer sus egos y nada más.

Así paso con Víctor un tipo galán y que aparentaba más de lo que al final resulto, Víctor le bajo la luna y las estrellas y la hizo sentir especial consintiéndola y tratándola de lo mejor, Lucía era una adolescente e inexperta en las relaciones y que cada vez se encariñaba mas de Víctor, ella lo adoraba y creía en él, era casi como su príncipe azul.

La relación transcurría normalmente, hablaban por teléfono, se veían con cierta regularidad ya que en ocasiones Víctor tenia compromisos que les impedían verse con la frecuencia que a Lucía le hubiera gustado, pero aún así a Lucía esto no le molestaba y entendía que el también tenía compromisos, así que nunca hizo mayores aspavientos al respecto.

Lucía se dispuso a darle una sorpresa a Víctor ya que en aquella ocasión tenían planes de verse, pero Víctor lo tuvo que cancelar ya que tenía mucho trabajo y tenía que quedarse en casa para terminarlo, así que Lucía decidió caerle de sorpresa para almorzar juntos y así hacerle menos pesada la jornada a Víctor.

Era un día que pintaba maravilloso para Lucía ya que se disponía a ver a su novio, muy ilusionada se arreglo para él, le compro un ramo de flores (que como nota personal me resulta una idea extraña fuera de lo común pero no desagradable) y se dirigió a verlo, todo era perfecto hasta el momento en que llegó al departamento de Víctor.

Siempre dicen las mujeres que tienen un sexto sentido para ver los problemas venir, para saber cuando un hombre les está mintiendo o que algo está mal, y no lo dudo ya que son más observadoras que nosotros ¿Pero cómo darse cuenta de ello cuando desde un principio les han mentido?, ¿Cómo darse cuenta cuándo no saben si el hombre que tienen enfrente está siendo honesto o está mintiendo ya que nunca lo ha sido y no pueden ver esas sutiles señales que diferencian una verdad de una mentira?, Esto le paso a Lucía que no pudo distinguir una falsedad cuando nunca conoció una verdad.

En la recepción del departamento estaban tres mujeres discutiendo de una forma muy acalorada e insultándose una a la otra, al principio Lucía no les dio mucha importancia y solo se limito a observarlas extrañada de la situación, siguió caminando para dirigirse al portero del departamento y preguntar por Víctor cuando una en ese instante se voltea, se le queda mirando de una manera desafiante y le pregunta.

- ¿Y tu quién eres?, ¿La cuarta?

Lucía no supo a que se refería y tampoco que contestar.

Las mujeres discutían ya que las tres decían ser las novias de Víctor y del tiempo durante el cual supuestamente sostenían una relación.

Lucía se quedo helada, petrificada, no sabía qué hacer, no sabía que decir, en eso llegó Víctor el cual al verlas se quedo pasmado al no saber que pasaba, o como es que todas estaban en la recepción de su departamento, solo se limito a ver a Lucía y preguntarle.

- ¿Lucía qué haces aquí?
- ¿Qué significa esto Víctor?
- No déjame explicarte

Lucía tenía el corazón hecho pedazos pero hizo lo que a mi parecer fue la mejor acción aunque no le resulto nada fácil, no lloró, no gritó, no mostró ningún signo de debilidad o sufrimiento ante un tipo que no se merece las lagrimas de una mujer como Lucía, solo tiro las flores que compro y se retiró sin decir nada a nadie.

Lucía salió de ese lugar con el corazón en la mano hecho añicos y envuelta en llanto, la angustia, la desesperación, la tristeza de ver sus sueños rotos, la decepción de ver que su príncipe no era tal, y la rabia por el engaño, todos estos eran los sentimientos que pasaban por Lucía, se reprochaba así misma por no haberse dado cuenta mucho antes de las mentiras, de los engaños, de las veces que Víctor cancelaba las citas con algún pretexto tonto, pero como dije antes, ¿Cómo se hubiera podido dar cuenta?

Cuando pasamos por nuestros peores momentos, nos encontramos en el fondo y sentimos que no hay esperanza, siempre hay un ángel a nuestro lado que nos muestra que si la hay y que siempre hay algo porque vivir y estar agradecidos, solo hay que aprender a identificarlos y apoyarnos en ellos para tomar fuerzas y superar las adversidades, y con Lucía no fue la excepción ya que encontró a uno en el cual apoyarse y salir de esa situación.

El tiempo pasó, la herida fue sanando y Lucía aun espera encontrar a esa persona con quien sentirse plena y muchas ocasiones buscando en los lugares equivocados, pero como en alguna ocasión lo platicamos: “Nosotros soñamos con lo que quisiéramos para nosotros y nos frustramos al no conseguirlo, pero hay que entender algo y esto es que Dios no nos manda lo que queremos, sino lo que necesitamos y lo que él busca para nosotros”

Lucía es uno de estos ángeles y espero que pronto encuentre su camino y que este esté lleno de felicidad ya que se lo merece.