lunes, 21 de diciembre de 2009

Una simple Fantasía

Noche larga, exceso de alcohol, trata de recordar a ciencia cierta qué pasó.

“¿Dónde estoy?” y mira a su alrededor, “ah es verdad, ya recuerdo” dice esto mientas observa la silueta que esta recostada a su lado en la cama.

Recordaba todas las incidencias de la noche, desde como empezó todo aquello, con una simple felicitación por el brindis de fin de año, y hasta cuál fue su conclusión.

No sabia si sentirse bien o sentirse mal, después de todo a él le gustaba desde la primera vez que la vio, cómo se arreglaba, su caminar, era una de las chicas más deseadas por todos los hombres de la oficina, y constantemente bromeaban entre ellos acerca de quién sería el primero en conquistarla.

A menudo sus compañeros le decían “vas Víctor, llégale a Rocío, se ve a leguas que quiere contigo, no seas wey, si yo fuera tú…”, pero él solo reía, y hacia bromas al respecto, siempre daba negativas, y en su mente enumeraba todas las importantísimas razones del porque no lo haría.

Pero a pesar de esto, siempre existió la espina en la mente de Víctor, de cómo seria el tener una relación con Rocío, y el que si podría o no funcionar, después de todo la deseaba mucho, y fantaseaba con ella constantemente, pero solo se quedaba en ello, en una simple fantasía y deseo, como en diversas ocasiones hacemos todas las personas, y sin embargo nunca consideró que realmente se pudiera dar la oportunidad.

Ahora se había presentado la oportunidad en la fiesta de fin de año de la empresa, las miradas, el abrazo, después el baile, la platica, ella le acariciaba discretamente el hombro mientras bailaban, y el a su vez le acariciaba la mano, las risas, el alcohol, poco a poco a él se le olvidaban los pretextos y las razones que en platicas les ponía a sus amigos de la oficina, del porque no haría nunca nada con Rocío.

“Es puro desmadre” se decía si mismo, “no va a pasar nada”, “además no estoy haciendo nada malo, solo estamos bailando”, se repetía estas ideas una y otra vez en su mente, pero después estas ideas fueron desapareciendo y ya no solo fue el baile, ella le dijo que quería ir al sanitario, que si la acompañaba ya que le daba miedo ir sola pues el sanitario se encontraba fuera del salón principal.

Ya en los pasillos del centro de convenciones, el la abrazo y ella le correspondió, se empezaron a besar, y los besos poco a poco se fueron convirtiendo en excitación, cada vez las caricias fueron más y más intensas, los dos estaban desesperados por estar el uno con el otro.

En ese instante nada importó, no existía nada más, excepto el deseo de estar con ella, de hacerla suya, así que solo le dijo, “espera aquí” y se apresuro al salón principal, y después a su mesa, recogió sus cosas y regreso a donde la había dejado esperándolo, la tomo del brazo y se la llevo.

Se subieron a su auto y se dirigió a un hotel no muy lejos del salón, era un hotel de 4 estrellas, no le importo cuanto fuera ni que la cargaran a su tarjeta de crédito, y se dirigieron a la habitación 412, donde continuaron lo que habían dejado inconcluso en los pasillos del salón.

A la mañana siguiente al recordar lo que había pasado, Víctor se sentía culpable, y más cuando al tomar su cartera, vio la foto de su familia, en ella estaba su esposa al que él consideraba maravillosa, y él abrazando a su hijo al cual adoraba, sentía que les había fallado, pero sobretodo a si mismo.

Empezó a recordar, todas aquellas importantísimas razones del porque no haría nunca nada con Rocío, y esas razones eran su esposa, su hijo, el bello hogar que habían formado juntos con tanto esfuerzo, lo orgulloso que se sentía de pertenecer a esa familia, y de como presumía a su esposa e hijo a sus conocidos, que su hijo estaba en cuadro de honor, y como idolatraba a su padre, cuando jugaban los fines de semana al futbol, y su esposa los animaba a ambos, los festivales de la escuela. Recordaba a su esposa esperándolo en las noches, para reconfortarlo del día tan pesado que tuvo en la oficina, lo cariñosa y complaciente que era en la cama, y a su vez lo que a él le gustaba complacerla.

El alcohol no había sido suficiente como para no recordar lo que paso, pero sí como para usarlo de pretexto, “fue el alcohol y como se presentaron las cosas” se decía a sí mismo, “en mi sano juicio jamás lo hubiera hecho”, queriendo auto-convencerse de su falta, y dio por terminado el asunto, al menos eso pensó, pues en su mente nunca dejó esas ideas y constantemente lo atormentaban.

Quién diría, que una situación a la que él solo consideraba una simple fantasía le causaría tantos problemas.

Tal vez el alcohol no fue suficiente para olvidar los hechos, pero si como para no pensar en que al pagar el hotel con su tarjeta de crédito el cargo vendría en su estado de cuenta, y que su esposa era la encargada de realizar dichos pagos.

Ahora su esposa y su hijo siguen viviendo en su antiguo departamento, mientras él duerme en uno más pequeño no muy lejos de su oficina, ve a su hijo una vez por semana, y a su ex-esposa una vez al mes sólo para darle el dinero de la pensión según el acuerdo de divorcio, y no pasa un solo día en el que no lamente esa noche, en la cual una sola de sus fantasías se le hizo realidad.